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viernes, 14 de octubre de 2011

Siento como la lluvia puede caer en mi cara. Siento como sus manos me envuelven lentamente. Siento como pone su cabeza en mi pecho sin movimiento. De alguna manera también logro diferenciar las gotas de lluvia que caen sobre mi, de las lágrima que el está botando y que terminan su camino justo en mi. Es como estar en un sueño, uno permanente, donde a la mañana siguiente no abrirás los ojos, bueno... tu cuerpo no lo hará, pero por alguna extraña razón, me siento más viva que nunca. Siento como si nada pudiera preocuparme lo suficiente como para dejar de vivir el momento. Siento como si desde ahora en adelante, estuviera viviendo un sueño permanente. Bueno, ¿Cuantas veces no dije que desearía dormir y no volver a despertar nunca más? Lo único que cambió fue que técnicamente no me dormí... un auto me durmió. Pero viendo el lado positivo, estoy cumpliendo un sueño, y justamente es el que siempre quise materializar.

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