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martes, 3 de mayo de 2011

Con la mitad de la casa destruida~

Necesito volver a encontrar aquella felicidad que hace algún tiempo se perdió, está extraviada por un bosque, que no parece tener piedad, un bosque lleno de oscuridad y soledad. Espejismos se apoderan de mi mente, la confunden y la hacen recordar gente, que a lo mejor no está a mi lado, gente que hizo más gris este cuadro aún no dibujado, no pintado, sin color. La tarea a completar es simplemente saber diferenciar, comprender el sentido de las cosas, separando las espinas de las rosas, aprender que jugar con fuego puede quemar y que toda flor se puede marchitar.

Ningún "adiós" es eterno, con el tiempo suele terminar, decir ese adiós es algo difícil que en la cercanía y la indiferencia puede doler pero lo que te ayuda a seguir adelante es saber que el tiempo pasa y que cura cualquier herida o confusión, a lo mejor estar un tiempo alejados puede funcionar, puede que ese sufrimiento que al principio sientes se transforme en alegría y alivio el día en que ese te extrañaré se transforme en un te extrañé. Recuerda que nuestro "hola" está cada día más cercano, y que ese abrazo de despedida se quedará ahí hasta que lo reemplace uno nuevo, que significa que todo volverá a ser igual.Pero un "te quiero" si lo es, en nuestro caso un "te quiero" durará por toda la eternidad, es algo infinito e insuperable, algo más que la realidad. Dos simples palabras que formaron lo que hoy se llama amistad. 


El dolor también termina por formar esta amistad, con el dolor nacen las ternuras y con las ternuras las cosas se ven de distinto color. Ese gris oscuro que sentías estaba teñido tu corazón se va desvaneciendo de a poco, y esa felicidad extraviada encuentra un nuevo camino todos los días.-

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